"La ciencia no resulta atractiva para las Administraciones Públicas"
María L. Moratilla | 10:15 - 9/07/2008


Hace unas semanas, Pablo Barbadillo Maestre, licenciado en Ciencias Ambientales por la Universidad Autónoma de Madrid, murió mientras realizaba una estancia de investigación en la selva peruana para el desarrollo de un proyecto etno-ecológico para su tesis doctoral.

Tenía 23 años. José Die, presidente de la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI), no desaprovecha la oportunidad de recordarle.

Si la ciencia es dura, la carrera de investigador está plagada de obstáculos. Pero si además se carece de derechos sociales, de una adecuada remuneración y se vive en una continua desprotección, el camino del joven científico se torna un vía crucis.

Y eso es lo que llevan años denunciando desde la federación que preside Die, un colectivo que se agrupa en 13 asociaciones provinciales, creado en 2000 para dignificar la figura del joven investigador, el precario. Una etiqueta con la que se identifican más de 25.000 personas en España, censo oficial del personal investigador en fase inicial.

Hace dos años se aprobó el Estatuto del Personal Investigador (EPIF). ¿Qué balance hacen del mismo?

El EPIF diseña un sistema inicial de investigación basado en el modelo 2+2 (dos años de beca seguidos de dos de contrato). Aunque en su día supuso un paso tímido en la dirección correcta, hoy se muestra absolutamente insuficiente. Primero porque el EPIF reconoce tan sólo los derechos básicos de algunos investigadores, mientras que deja sin ninguna protección laboral a una parte importante del colectivo, y porque son varios los programas de ayuda a la investigación de distintas administraciones autonómicas que superan el modelo laboral 2+2.

¿Cuáles son sus principales reivindicaciones a día de hoy?

Las mismas que hace ocho años. En primer lugar, el reconocimiento pleno de que la actividad investigadora es un trabajo con las consecuencias en materia de obligaciones y de derechos sociales que ello implica. También el cumplimiento de las indicaciones de la Unión Europea que hablan de contratación del personal desde la fase inicial de la investigación y que no ha sido suscrito ni por una sola universidad española, Gobierno autonómico ni central, así como poner fin a las trabas administrativas, retraso de convocatorias, de resoluciones, eliminación de programas, incumplimiento sistemático de los plazos... con las que cada día se encuentran miles de jóvenes investigadores.

Sois habituales a teñir las calles de naranja, ¿qué resultado tienen esas manifestaciones?

Las Administraciones Públicas son habituales a negar los derechos sociales que nos corresponden al tratar al colectivo de investigadores como mercancía a la que se le puede aplicar una base de cotización más baja en lugar de ofrecerles condiciones dignas. Sin la presencia de la FJI muchos de los logros alcanzados en los últimos años no se hubiesen producido.

¿Qué papel juegan las becas en el recorrido profesional de un investigador?

Las becas representan el eje sobre el que se basa el hipócrita sistema de investigación. Un becario ha de ser competitivo en los mismos términos que sus compañeros de trabajo, pero lo hará sin tener una cobertura legal que lo proteja, o si la tiene, será básica.

¿Cómo valora la situación de los jóvenes investigadores en España comparada con otros países europeos? ¿Y con EEUU?

Los investigadores en España que se mueven en condiciones de precariedad, y el propio sistema nacional I+D, se encuentran por debajo de la media en Europa, como ha recordado recientemente el informe Eurostat de la Comisión Europea. Por ejemplo, en EEUU, los jóvenes doctores abandonan las universidades porque no se les ofrece 40.000 dólares al año.

Se habla mucho de la "vuelta de los cerebros fugados", ¿qué condiciones tendrían que darse para que pudieran volver?

Bastaría con copiar las condiciones que tienen en los países a los que se vieron forzados a trasladarse para poder contar con una proyección profesional, unas condiciones de trabajo y un entorno adecuado para el ejercicio de su profesión.

¿Qué relación existe entre la investigación y la empresa privada?

La investigación debería ser un pilar fundamental de la empresa privada pues le va a permitir innovar y ser competitiva en un mercado globalizado. En España sólo el 48 por ciento del presupuesto total nacional de investigación proviene de la empresa privada. Una vez más, estamos por debajo de las medias europeas y muy alejados de los países referentes, como EEUU, Finlandia, Suiza o Japón.

¿Cree que la ciencia resulta atractiva para los estudiantes de bachillerato?

La ciencia no resulta atractiva para las Administraciones Públicas. Los largos plazos, los objetivos programados y el riesgo de la hipótesis no interesan si se trabaja por la inmediatez de ganar unas elecciones. La ciencia debe ser atractiva para la sociedad en general, para ello es necesario un impulso que dignifique las condiciones del investigador y se valore como una profesión.